Los animales del bosque se dieron un cuenta un
día de que ninguno de ellos era el animal perfecto:
los pájaros volaban muy bien, pero no
nadaban ni escarbaban; la liebre era una estupenda
corredora, pero no podía volar ni sabía
nadar... Y así todos los demás.
¿No habría una manera de establecer una academia
para mejorar la raza animal? Dicho y
hecho. En la primera clase de carrera, el conejo
fue una maravilla, y todos le dieron sobresaliente;
pero en la clase de vuelo subieron al conejo
a la rama de un árbol y le dijeron: “¡Vuela, conejo!”.
El animal saltó y se estrelló contra el suelo,
con tan mala suerte que se rompió dos patas y
fracasó también en el examen final de carrera.
El pájaro fue fantástico volando, pero le pidieron
que excavara como el topo. Al hacerlo se lastimó
las alas y el pico y, en adelante, tampoco
pudo volar; con lo que ni aprobó la prueba de
excavación ni llegó al aprobadillo en la de vuelo.
Convenzámonos: un pez debe ser pez, un estupendo
pez, un magnífico pez, pero no tiene por
qué ser pájaro. Un hombre inteligente debe
sacarle punta a su inteligencia y no empeñarse
en triunfar en deportes, en mecánica y en arte a
la vez. Una muchacha fea difícilmente llegará a ser
bonita, pero puede ser simpática, buena y una
mujer maravillosa... porque sólo cuando aprendamos
a amar en serio lo que somos, seremos
capaces de convertir lo que somos en una maravilla.
Anthony de Mello
http://aldebaranlaestrelladelbuscador.blogspot.com.es/
No puedes cambiar lo que eres, pero si te amas lo suficiente,intentando siempre mejorar, seremos capaces de hacer cosas que jamas hubieramos pensado hacer.
ResponderEliminarAsi es, mx gracias por tu comentario. Saludos
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